jueves, 2 de diciembre de 2010

Día por la abolición del sistema prostituyendo (2 de diciembre)

El 2 de diciembre de 1949 se firma el Convenio para la represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la prostitución ajena".

Se establece que:
- Toda forma de explotacion de la prostitución es punible, no importa el consentimiento.

- Prohibición de prostíbulos y reglamentación de prostitución.

- Protección de la víctimas.

- Trata y Prostitución son una consecuencia de la otra.

- La prostitución no es un oficio. Porque NO hay ningun, lugar, institución o materia que prepare para la prostitución.

- No es un trabajo, el trabajo dignifica y a cambio de servicios o saberes en contraprestación se obtiene ganancias.

La mujer o varón en situación de prostitución:
- No obtiene ganancias económicas, quienes ganan son los proxenetas o rufianes
NO los dignifica ya que los y las degrada como seres humanos, poniendolos en el rango de cosificación, de mercancía.

- No tienen derecho a ejercer su sexualidad en paridad, como son objeto y mercancía, quien paga impone las reglas.

- SI no hubiera "prostituyentes" no existiría la prostitución.

- En quien se debe enfocar es en el varón o mujer que necesitan pagar por sexo.

* ¿Qué pasa que necesitan el poder en una relación íntima?

* ¿Qué les pasa que no pueden tener una relación en "paridad"?

* ¿A qué le temen?

Debemos empezar a trabajar con los prostituyentes, 90% varones, para que dejen de ver a las mujeres, las niñas, los adolescentes y a otros varones como mercadería posible de ser comprada.

Por eso "ninguna mujer nace para prostituta".


Carmen Umpiérrez


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miércoles, 1 de diciembre de 2010

Dia Mundial de Lucha contra el Sida - Un compromiso de fe

Según el boletín Epidemiológico de 2010 elaborado por el Ministerio de Salud de la Nación en Argentina hay 130.000 personas que viven con VIH y la mitad lo desconoce. Cada año hay 5.000 nuevos diagnósticos. La mayor proporción de estos 5.000 corresponde a mujeres y jóvenes. Dos grupos donde la prevención es casi nula. En el imaginario social los jóvenes todo lo pueden, son arriesgados, son el modelo de fuerza y poder. Sino pensemos en las propagandas, se muestra jóvenes bebiendo, en conductas riesgosas, siempre ganadores, triunfadores, valientes, sin miedo, sin dudas, etc., sin mostrar después las consecuencias. Esto lleva a una idealización de la juventud, donde todo se puede hacer, y en una sociedad marcada por el consumo y el mercado todo tiene que ser hecho ya.

Este sector de la población es uno de los que más ha crecido en la enfermedad.
El otro sector la mujer. ¿Porqué una mujer no puede tomar conductas de prevención en VIH? Porque las mujeres estamos separadas en dos grandes grupos las MALAS y las BUENAS.

Se nos ha enseñado que no es de buena mujer pedir al varón que se proteja con un preservativo. Se ha idealizado tanto la relación de pareja, que a ninguna mujer casada, se le cruza por su cabeza pedir protección a su marido. Nos basamos en la presunción de fidelidad del otro. La epidemia sigue creciendo, porque hay parejas que no son tal, no están a la par, y lo que se demanda a la mujer, fidelidad, honestidad, exclusividad en la relación, para ser una buena mujer. No se le demanda al varón que puede y tiene relaciones paralales porque es parte del ser hombre, estar "dispuesto" a tener relaciones con otras mujeres o travestis.

Por eso la epidemia sigue creciendo entre las mujeres y se dice que la enfermedad se ha "feminizado".

Como mujer de fe me pregunto ante esta realidad: ¿Qué veo cuando tengo enfrente a una mujer o a un varón que vive con VIH? Prefiero utilizar la expresión "que vive" ya que una vez el querido Pr. Lisandro Orlov me enseñó que no son "portadores" porque quien porta puede dejar de hacerlo, y no son infectados puesto que hay algunas infecciones de las que nos podemos curar.

Entonces, ¿qué veo frente a un hombre o mujer en esta situación...?

Tengo que confesar que debo renunciar:

A mi prejuicio, a pensar que "algo habrá hecho".

A mi temor, a pensar cómo debo cuidarme (yo y no cómo cuidarlo a él o a ella).

A ver una enfermedad... y ver lo que Jesús seguramente está mirando: una persona que tiene una enfermedad.

A mi estrechez de pensamiento y sentimientos, y tratarla o tratarlo con toda la dignidad que Jesús pagó por él o por ella en la cruz del calvario.

Cada día me encuentro pidiendo: "Señor dame oídos que oigan, ojos que vean, para entender tu mensaje, que las comunidades de fe seamos ciudades de refugio, donde puedan correr y encontrar tu presencia".

El desafío de la iglesia está en mirar a los seres humanos con los ojos de Dios y escucharlos con los oídos de Dios. Solo entonces la palabra salvación puede adquirir todo su sentido".

*Pastora Liv Rosmer Fiskes
Consejo Nacional de la Iglesia Luterana de Noruega