jueves, 23 de marzo de 2017

Congresista dominicana: "Si no me hubieran violado cuando niña"

"Si no me hubiesen violado cuando era niña y los adultos me hubieran creído, no hubiera sido trabajadora sexual", porque el varón niega sistemáticamente, la fuerza probatoria de tales indicios paranoicos: incluso cuando conservan el recuerdo de los hechos que registra la propia historia de arcángeles, liderazgos, monarquías, eclesiásticos, filosofía patriarcal,tiranías, guerras santas, raza superior, etc., mascaradas que prolongadamente recubren su irresoluble perversión y ambigüedad sexual.

Fuente: "Red no a la Trata" - Lic. Osvaldo Buscaya  (17 de marzo 2017) 
Años de abusos la llevaron a ser una trabajadora sexual. Haber conocido esa realidad, en República Dominicana, la alentó a unirse a otras mujeres y luchar por los derechos de la población más vulnerable.

"Si no me hubiesen violado cuando era niña y los adultos me hubieran creído, no hubiera sido trabajadora sexual", dice Jacqueline Montero, exprostituta que ahora ocupa un escaño en el congreso dominicano.Montero es diputada del municipio Bajos de Haina, uno de los más contaminados, con mayor índice de criminalidad y de embarazo adolescente, perteneciente a la provincia de San Cristóbal, en el sur de República Dominicana. 
"Cuando una no tiene ni qué comer, una sale con el primero (hombre) que aparezca". Jacqueline Montero, diputada del Congreso dominicano
La representante del Partido Revolucionario Moderno (centro izquierda), congresista desde agosto de 2016, de pequeña vivió en casa del esposo de su tía que abusó sexualmente de ella repetidas veces desde los nueve años, reseña 'Noticia al Día'.Estos vejámenes se unieron a los golpes de su madre y su hermano, hasta que decidió casarse a los 16 años para escapar de su realidad. Sin embargo, su pareja comenzó a beber y nuevamente fue víctima de la violencia física.
Cuando no hay qué comer
"Cuando una no tiene ni qué comer, una sale con el primero (hombre) que aparezca", dice Jacqueline, también presidenta del Movimiento de Mujeres Unidas (Modemu), que lucha por los derechos de las trabajadores sexuales, recoge 'Listín Diario'.La noche antes de prostituirse por primera vez intentó suicidarse lanzándose a un camión en movimiento que la esquivó y que resultó ser conducido por un allegado de su familia, que la llevó a casa.Una amiga, que supo de su intento fallido, le presentó una alternativa: "Pa’ estar tú matándote, mejor vente a cuerear (prostituirte) conmigo".Jacqueline, de 46 años, vendió su cuerpo por una década.  Recuerda que sentía nauseas cada vez que estaba con un cliente y que tenía que emborracharse para poder irse con hombres a la cama.
De prostituta a activista
Tras una golpiza de un cliente que se negaba a usar preservativo y un accidente que la dejó incapacitada por ocho meses, decidió cambiar su vida, recoge 'Diario Libre'.En 1998 comenzó a estudiar enfermería, aún siendo prostituta. Posteriormente trabajó en una clínica que atendía a trabajadoras sexuales y a pacientes con VIH.
En los años noventa creó la organización Modemu, junto a otras cuatro mujeres, para ofrecer capacitación en oficios, atender clínicamente y dar asesoría legal y sobre enfermedades de transmisión sexual a las prostitutas, que según cifras no oficiales, llegan a 200.000 en República Dominicana.En 2010 fue elegida como concejal de Bajos de Haina. Durante su gestión promocionó la capacitación de trabajadoras sexuales, que luego de graduarse dejaron de prostituirse, informa 'Diario Libre' citando a 'AP', y logró acuerdos con una institución bancaria para ofrecer microcréditos a mujeres emprendedoras.Desde 2015 es diputada y ha manifestado que someterá un proyecto de Ley para regular el trabajo sexual, con la finalidad de que cesen los abusos policiales y la discriminación contra quienes ejercen la prostitución.
 Nota subida por Malena Manzato

jueves, 16 de marzo de 2017

Para romper el silencio

Publicación de  "PUBLICABLES" Noviembre 2016 , en el contexto del Día Mundial de Prevención del Abuso Sexual en la Infancia"
Actividad de la Asociación junto a la Red Nacional

El sábado 19/11/2016 se realizó una campaña de concientización para la prevención de abusos a menores, en Parque Lezama, en el marco del Día Mundial de la lucha contra el Abuso Infantil. Con carteles que rezaban frases como: “¡Rompamos el silencio!”, “Escuchá a los niños”, “Los menores dicen la verdad”, entre otros; juegos; y fotos de famosos que levantaban la misma bandera.



Malena Manzato, Directora de la Asociación Pablo Besson, que forma parte de la Red Nacional de Infancia y es integrante del Equipo Técnico Interdisciplinario en Dirección general de la Mujer del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, explicó a Diario Publicable: “El abuso sexual todavía es un mito simbólico del que mucha gente habla pero también sigue guardando el secreto. Si tenemos en cuenta que llega una denuncia cada diez abusos, la cifra es muy alarmante. Tenemos que hacer más campañas de prevención para romper con esto”.

Por su parte, Celeste Sibiglia, miembro de la organización ‘Olavarría Despierta’, y organizadora de la campaña de hoy, comentó el objetivo de la lucha: “Los pedófilos siguen dando vueltas haciendo su vida y provocando daños. Es necesario concientizar sobre esta problemática que no es algo para callar, es para gritar.

Fabián Fernández, que también forma parte de la organización, opinó que “por un abuso simple pueden dar hasta 4 años de condena, misma cantidad de años que le dan a una persona que genera carreras de perros", y agregó que la Justicia no puede medir todo con la misma vara.

TESTIMONIOS DE SOBREVIVIENTES

Andrea Mila fue abusada por su hermano desde los 6 años hasta los 12, participó de la movilización y contó a Publicable: "Hace dos años denuncié a mi hermano, cuando me enteré que iba a ser papá, ya que pensaba que la historia podría repetirse". Sin embargo, la Justicia no actuó porque pasaron 15 años desde el abuso. “Así, mi caso y el de muchos quedó en el olvido”, se lamentó y expresó que mirar más allá de su experiencia fue lo que la ayudó. “Se cree que es una problemática personal, pero en realidad es una problemática social”, finalizó.

Victoria Acevedo también contó su historia: “Tengo 29 años, al principio no quería hablar porque pensaba que mi abuso me había pasado a mi sola y que me iban a tratar de rara cuando lo contara. Después me di cuenta que le había pasado a muchas personas. Lo común y lo normal es que las mujeres nos callemos y no lo digamos, porque nos cuestionan".

Nadia Banigno declaró: "La Fiscalía no me dejó ingresar la denuncia porque el delito ocurrió hace 29 años". La abusaron cuando tenía 6 años y según la ley, tenía tiempo de denunciar hasta los 9.

EL RECLAMO, EN PALABRAS

Mila: “Yo pido un cambio legislativo para tratar específicamente el abuso sexual en la infancia, entendiendo que la víctima tiene muchísimos años de silenciamiento personal”.

Malena Manzato: “A los niños hay que creerles, nunca un niño va a dejar de decir la verdad o va a inventar algo respecto a su sexualidad. La voz del niño es importante, no hay que pensar ni dudar. No hay casos que demuestren que los niños cuando hablan de abuso sexual mientan”.

Celeste Olavarría: Vos llegás a la justicia y no te dicen que es lo que tenés que hacer y para eso estamos nosotros (las organizaciones) para salvaguardar pasos y angustias, para alivianar el camino a otras personas”.

Victoria Acevedo: “Invitamos a que las mujeres a que se animen a denunciar pese a que la justicia nos diga que nuestra denuncia está prescripta. Al hablarlo, le damos la posibilidad a los niños y las niñas de que lo hablen.

ABUSO SEXUAL INFANTIL EN NÚMEROS



En base a la "Estadística sobre niñas, niños y adolescentes víctimas de abuso sexual y violación", acompañados por el Equipo de Atención a Víctimas de Violencia Sexual...

De un total de 5.240 víctimas de violencia sexual:

19%       Niños de 6 a 10 años
15%       son niños hasta los 5 años
41%       Entre 11 y 15 años
25%       Entre 16 y 18 años



1 de cada 5 niñas sufre abuso sexual en la Infancia
1 de cada 13 niños sufre abuso sexual en la infancia


http://www.diariopublicable.com/sociedad/6195-para-romper-el-silencio.html






viernes, 3 de marzo de 2017

"Cada 30 días" - Una película para la reflexión


Por razones de capacidad la película será presentada en  la Iglesia Bautista de Constitución - Cita en el Barrio de Barracas, Avenida Montes de Oca 260 - CABA -  Con la presencia de su Directora, Alejandra Perdomo y testimonios de familiares de víctimas de femicidios.

jueves, 2 de marzo de 2017

Violencia y Actualidad

      Cynthia Adler.
      Lic. en Psicología.
      Co-Coordinadora de grupos de mujeres.
     Asociación "Pablo Besson"


¿Que podríamos hipotetizar acerca de la violencia en estos días?  Podríamos pensarla como un trastorno bio-psico-social. Convoco a estos tres aspectos en estrecha relación porque es una conducta aprehendida, lo repetimos en capacitaciones y en las dinámicas grupales de la institución. ¿Qué significa eso? Que venimos predispuestos desde la casa parental a padecerla o generarla, tanto pasiva como activamente: el rol que ocupemos no depende del sexo necesariamente; y digo necesariamente porque la singularidad aparece en el caso por caso. A pesar de ello, lo que se encuentra más visibilizado actualmente es la violencia ejercida desde el hombre hacia la mujer, en una puja por poder. El poder del control, del orden de la normativa vigente de cómo deberían  ser las cosas según los victimarios y la sociedad.
Nombro aquí a la predisposición de apropiarse de un modo de conducta desde la primera socialización (es decir desde el hogar parental y a una corta edad) como un filtro frente a cómo actuar a futuro: implica no poder discernir un mal-trato físico o psicológicamente patológico. Entonces, partiendo de un general y no un particular (dado que siempre es importante discernir el caso-por-caso), la naturalización por aprehensión desde el hogar favorece a la repetición en futuros vínculos. ¿Es eso lo único que influye hacia la repetición? No, claro. También tenemos las instituciones que favorecen o dificultan que esto suceda, es decir, ¿Que hay de políticas estatales que ayuden en la temática?

Es relativamente reciente la visibilización de la violencia de género como un problema que aumenta con el tiempo, pero eso no significa que pase sólo ahora, sino que ahora se empezaron a sacar los trapitos al sol. La otra cara de esta moneda es que hay respuestas sociales frente a la violencia como ser ¿Y ella que hizo? ¿Y dónde estaban los padres?




Hay muchas cuestiones para desentramar en el medio. Por un lado tenemos lo que se vive en casa, por otro lado tenemos el reclamo de la sociedad, la injusticia y la escasa prevención que hay. Con escasa intento hacer referencia a que la prevención que se imparte es direccionada a cómo no ser víctima cuando considero que debería apuntar a cómo no convertirse en victimario. En cómo discernir entre correcto e incorrecto, como desarmar algo de lo nocivo que se mama desde el hogar. Se debería comenzar a desarmar algo de la afección traumática que genera ser criado en un hogar patológico de maltrato y abuso. Esta es la crisis en las instituciones, en la casa, en la escuela y en la justicia. Una pérdida de eje, de discernimiento, de reflexión, de valorización que se logra establecer con el tiempo puesto que no hay políticas públicas que ayuden a que estos niños puedan salir de un camino que se va haciendo solo.

Entonces, bio-psico-social podría pensarse como lo aprehendido, en tanto forma de interpretar la realidad y el modo de verse en ella; en la violencia como dos lugares en un vínculo patológico: un lugar de poder y uno de sumisión, repitiendo lo aprehendido o dándole un giro: ser activo como agresor lo que se vivió en la infancia como víctima, pasivamente o viceversa: son lugares intercambiables.

El trato respetuoso y amoroso se va tiñendo de otros colores patológicos en estas modalidades particulares de relacionarse, y la sociedad, lo repite, reafirma y en algunos casos hasta banaliza en los medios de comunicación. Esto se ve reflejado desde las publicidades de mujeres en la cocina, o los juguetes sexistas que se imponen a los niños; desde la cosificación de la mujer en algunos programas, o hasta gestionar un reclamo para buscar prensa y promocionar un espectáculo. Como si fuera poco, la banalización genera además el debate fuera de eje, mezclando publicidad y sufrimiento, terminando por un debate que puede concretarse en ¿Pero y vos que hiciste para merecerlo, lo provocaste?

Los valores comienzan en el hogar, pero siguen un recorrido; sería muy simple decir que es sólo culpa de los padres. Si bien no es así, representan el primer y más importante filtro ante la mirada hacia la vida, aunque no el único. Encontrarse también en un lugar incómodo de la sociedad en donde se cree que no hay forma de lograr objetivos también genera descontento social y puede generar violencia sin precedentes.

Otra situación que genera polémica es minimizar la violencia y hasta anularla si no se manifiesta específicamente fìsica. Se añaden a ésta la simbólica, psicológica, mediática, económica y ambiental. No son excluyentes entre sí y pueden superponerse lentamente. Con esto quiero decir que una marca en el cuerpo puede borrarse y dejar secuelas, pero las que no dejan marca a la vista también dejan secuelas, tal vez hasta de mayor gravedad. La violencia no-física es silenciosa, insidiosa y afecta la esfera psicológica, es decir, la capacidad de disfrutar, de ser feliz, de tener una voz para con otros, para con la sociedad, con un par, para desempeñarse en un empleo, etc. Es difícil de distinguir la violencia no-física puesto que se considera generalmente que si no hay golpe, no hay delito.

Para ir concluyendo, quiero destacar que, a pesar de que muchos consideran que la violencia es una patología de la actualidad, lo más acertado sería pensar que ahora se está dejando entrever en los distintos estratos de la sociedad. ¿Por qué ahora hay una mostración de la violencia? Hay mucho para desarmar en esta cuestión. Considero que uno de los factores de su emergencia es producto de la movilización social, el problema es que la forma de resolverla, o el fin de esta modalidad de vinculación social, no se avecina, mucho debe cambiar para que frene: desde el Estado, desde las instituciones, desde el sistema educativo y desde los hogares, dando a los niños una crianza de valores, límites saludables y lo necesario para el crecimiento en tanto poder satisfacer sus necesidades básicas. Sólo con dichos aspectos de la vida funcionando correctamente podría ser más clara la detección temprana de esta “patología del acto” o su fin.
Dos siglos atrás Rousseau decía "El hombre es bueno por naturaleza, es la sociedad la que lo corrompe".  ¿En algún momento la sociedad tendrá cura?